Video - Enrique Bunbury - Hay Muy Poca Gente
Letra - Letra - Enrique Bunbury - Hay Muy Poca Gente
Me gustaría poder
girar como un carrusel
no seguir la corriente
y cruzar el puente de la incomunicación
y saludar desde el balcón
sonriendo como los artistas
en las revistas del corazón.
Me gustaría celebrar
y brindar por la navidad
vacaciones en familia y prepararles la comida
una barbacoa al sol
y una tarde de televisión, pero ese no es mi estilo
y es tarde ya para cambiar, y.
Nada puede dañarme con mis amigos,
nadie puede, nada puede
las palabras no sirven para nada
y empiezo a pensar que en realidad
hay muy poca gente.
Me gustaría continuar una zaga milenaria
pero formo parte de una generación espontánea
que se defiende mejor en el cara a cara
en el cuerpo a cuerpo y tiempo al tiempo
es tarde ya para cambiar, y.
Nada puede dañarme con mis amigos
nadie puede, nada puede
las palabras, no sirven para nada
y empiezo a pensar, que en realidad
hay muy poca gente.
Y abrimos las puertas, quizás por costumbre
tal vez por búsqueda inocente y nos encontramos.
Nada puede dañarme con mis amigos
nadie puede, nada puede
las palabras no sirven para nada
y empiezo a pensar que en realidad
hay muy poca gente
Letra - Letra - Enrique Bunbury - Hay Muy Poca Gente
Me gustaría poder
girar como un carrusel
no seguir la corriente
y cruzar el puente de la incomunicación
y saludar desde el balcón
sonriendo como los artistas
en las revistas del corazón.
Me gustaría celebrar
y brindar por la navidad
vacaciones en familia y prepararles la comida
una barbacoa al sol
y una tarde de televisión, pero ese no es mi estilo
y es tarde ya para cambiar, y.
Nada puede dañarme con mis amigos,
nadie puede, nada puede
las palabras no sirven para nada
y empiezo a pensar que en realidad
hay muy poca gente.
Me gustaría continuar una zaga milenaria
pero formo parte de una generación espontánea
que se defiende mejor en el cara a cara
en el cuerpo a cuerpo y tiempo al tiempo
es tarde ya para cambiar, y.
Nada puede dañarme con mis amigos
nadie puede, nada puede
las palabras, no sirven para nada
y empiezo a pensar, que en realidad
hay muy poca gente.
Y abrimos las puertas, quizás por costumbre
tal vez por búsqueda inocente y nos encontramos.
Nada puede dañarme con mis amigos
nadie puede, nada puede
las palabras no sirven para nada
y empiezo a pensar que en realidad
hay muy poca gente